Bogotá, noviembre de 1992. Tomás, un adolescente que escucha el mundo a través del rock, se aferra a la idea de que al llevar a su padre enfermo al concierto de Guns N’ Roses puede salvarlo de su enfermedad. Alejo, Camila y Ramírez lo acompañan en el intento, explorando una ciudad hostil y desbordada, aferrados a la música como única brújula, convencidos de que, por una noche, November Rain puede suspenderlo todo. Entre buses, filas eternas y discos gastados, la adolescencia empieza a quedarse corta. Tomás entiende que crecer no siempre es llegar a tiempo, y que el rock no cura los cuerpos, pero sí puede sanar las heridas más profundas, las que no se pueden ver.